lunes, 19 de mayo de 2008

Corrosión

Protección contra la corrosión.

La corrosión es la interacción de un metal con el medio que lo rodea produciéndose un deterioro de sus propiedades físicas y químicas.
Para que haya corrosión necesita haber un electrolito, ( medio que rodea el metal ) y dos puntos identificados como ánodo y cátodo. La corrosión es una reacción de oxidación anódica, en la cual los electrones son liberados de las regiones anódicas ( metal ) y se dirigen a las regiones catódicas.

En la región anódica se producirá la disolución del metal (corrosión) y en las catódicas la inmunidad del metal.
Resumiendo, la corrosión, no es más que una flujo eléctrico que deteriora una parte del elemento y deja inmune a otra. Intervienen tres elementos, ánodo (que sufre deterioro) cátodo (inmune) y electrolito (portador de la corriente eléctrica)

La protección catódica no elimina la corrosión, éste remueve la corrosión de la estructura a ser protegida y la concentra en un punto donde se descarga la corriente.
Para su funcionamiento práctico requiere de un electrodo auxiliar (ánodo), una fuente de corriente continua cuyo terminal positivo se conecta al electrodo auxiliar (ánodo) y el terminal negativo a la estructura a proteger, fluyendo la corriente desde el electrodo a través del electrolito llegando a la estructura.
Hay principalmente dos tipos de protección catódica:Ánodo galvánico, se utiliza un metal fuertemente anódico, generalmente de un material más electronegativo del que se quiere proteger que se sacrifica, sufriendo toda la corrosión, pero protegiendo al resto del metal de esta.
Los más conocidos son el de ánodo de zinc y el de ánodo de magnesio, ya que tienen un alto potencial con respecto al hierro y están libres de pasivación.
Las ventajas de los ánodos galvanicos, es que no requieren energía externa, pero por contra solamente sirven para proteger medios de baja resistividad, puesto que si no el desgaste del ánodo es muy elevado.
El segundo sistema es el de corriente impresa, donde un transformador inyecta energía negativa a la extructura que se desea proteger, así se genera un flujo de corriente continua, entre un electrodo (ánodo) y la estructura a proteger.
El inconveniente mayor es que requieren de potencia externa (transformador) pero son aplicables a cualquier medio, incluso áreas grandes, ya que la resistividad eléctrica es ilimitada.


Curiosidad:
Interacción entre la protección anticorrosión y las aguas duras.
Muchos usuarios de acumulador, con protección por ánodo de magnesio, aprecian pequeñas estructuras que identifican con magnesio, sobresaliendo por las juntas de su acumulador.
Estas se deben a su interacción con la cal, el carbonato Calcico CaCo3 que viene disuelto por lo general en el agua, sufre una curiosa reacción en los equipos provistos de protección catódica con ánodo de magnesio, pues se sustituye una parte del calcio por magnesio, obteniéndose la dolomita CaMg(CO3)2 mineral que recibe su nombre por una formación rocosa en los Alpes donde abunda.





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